Angelica Kauffman – Grupo de bañistas

DFR-121
Grupo de bañistas
Angelica Kauffman
Lápiz, pluma y aguada gris sobre papel
25 X 40,5 cm
Verjurado, puntizones horizontales a 27mm
Firmado. Filigrana c & i Honig con escudo y flor de lis. Aunque estrictamente no pertenezca a la escuela francesa, hemos considerado su inclusión en ella por sus evidentes lazos estilísticos con dicha escuela.
XVIII

Angelica  Kauffmann o Maria Anna Angelika (30 de octubre de 1741 – 5 de noviembre de 1807) fue una pintora suizo-austriaca.

Nació en Chur (Cantón de los Grisones, Suiza), pero creció en Schwarzenberg en Vorarlberg (Austria), de donde era oriunda su familia. Su padre, Johann Josef Kauffmann, era pobre y un pintor bastante mediocre, pero aparentemente muy bueno enseñando a su precoz hija. Pronto aprendió varios idiomas, leía incesantemente, y mostraba un destacado talento como música.

Su mayor progreso, no obstante, era en pintura; y al cumplir los doce años, ya famosa, de tal manera que obispos y nobles posaban para ella. En 1754 su padre se la llevó con él a Milán. Posteriormente repitió visitas a Italia, de larga duración. En 1763 visitó Roma, regresando de nuevo en 1764. De Roma marchó a Bolonia y Venecia, donde destacó por su talento como por su encanto personal.

En agosto de 1764 Johan Winckelmann escribió desde Roma a su amigo Franke mencionando la excepcional popularidad de la pintora. Estaba entonces Angelica pintando su retrato, de medio cuerpo, del que también hizo un aguafuerte.

Hablaba italiano, además de alemán, dice Winckelmann; e igualmente se expresaba con facilidad en francés e inglés. Así como resultado de esto último, era una retratista popular entre los ingleses que visitaban Roma. «Puede considerársela bella», añade, «y cantando puede igualarse a nuestros mejores virtuosos».

Estando en Venecia, Lady Wentworth, la esposa del embajador inglés, le pidió que la acompañase a Londres. Una de sus primeras obras fue un retrato de David Garrick, expuesta el año de su llegada en el «Gran salón del Sr. Moreing en Maiden Lane». El rango de Lady Wentworth le abrió las puertas de la sociedad, y fue bien recibida en todas partes, especialmente por la familia real.

Su amigo más fiel, sin embargo, fue el pintor sir Joshua Reynolds. En su cuaderno de notas, aparece con frecuencia el nombre de la pintora, como Miss Angelica o Miss Angel. En 1766 él la pintó, un cumplido que ella devolvió con su Retrato de Sir Joshua Reynolds. Otra prueba de su intimidad con Reynolds se encuentra en su variación de la obra de Guercino titulada Et in Arcadia ego,  tema que Reynolds repitió unos años más tarde en su retrato de la Sra. Bouverie y la Sra. Crewe.

Gracias a Reynolds, Angelica fue una de las fundadoras de la Royal Academy, estando entre los firmantes de la famosa petición al rey para que estableciera una Academia Real de Pintura y Escultura. En su primer catálogo de 1769 ella aparece con «R. A.» después de su nombre (un honor que compartió con otra mujer, Mary Moser). También contribuyó con la pintura Entrevista de Héctor y Andrómaca, y otras tres composiciones clásicas.

Su amistad con Reynolds fue criticada en 1775 por el académico Nathaniel Hone en su cuadro satírico El prestidigitador. En él atacaba la moda del arte renacentista italianizado y ridiculizaba a Reynolds. Del mismo modo incluía una caricatura desnuda de Kauffmann, que más tarde Hone repintó. La Royal Academy rechazó la obra.

Desde 1769 hasta 1782, Angelica exhibió sus pinturas en la exposición anual, enviando a veces hasta siete cuadros, generalmente con temas clásicos (Ariadna abandonada por Teseo) o alegóricos. Una de las más notables fue Leonardo expirando en los brazos de Francisco I, de 1778. En 1773 la Academia la excogió, con otros, para decorar la Catedral de san Pablo. Junto a Biagio Rebecca, pintó la antigua sala de lectura de la Academia en Somerset House.

Sus mejores trabajos eran los de pintura de historia, la categoría más lucrativa dentro de la pintura académica del siglo XVIII. Bajo la dirección de Reynolds, la Academia hizo un gran esfuerzo para promocionar la pintura de historia entre un público más interesado en encargar y comprar retratos y paisajes. A pesar de la popularidad que Kauffmann disfrutaba estaba decepcionada por la relativa apatía que los ingleses sentían hacia la pintura de historia. Al final, abandonó Inglaterra y marchó al continente, donde este género era mejor estimado y pagado.

Después de la muerte de su primer marido (del que estuvo separada durante largo tiempo), se casó con Antonio Zucchi (1728-1795), un artista veneciano por entonces residente en Inglaterra. Poco después ella se retiró a Roma, donde se hizo amiga, entre otros, de Johann Wolfgang von Goethe. De ella dijo que trabajaba más duro y lograba más que ningún otro artista que él conociese. Pero siempre impaciente, quería hacer más (Viaje italiano de Goethe, 1786-1788) y vivió durante 25 años con gran parte de su antiguo prestigio.

En 1782 murió su padre; y en 1795 su marido. Siguió contribuyendo a la Academia de manera intermitente, exponiendo por última vez en 1797. Después de esto es poco lo que produjo, y en 1807 murió en Roma, siendo honrada con un espléndido funeral dirigido por Canova. Toda la Accademia di San Luca, con numerosos eclesiásticos y virtuosos, la siguieron hasta su tumba en Sant’Andrea delle Fratte. Y como en el entierro de Rafael, dos de sus mejores pinturas fueron llevadas en procesión.

Bueno, algunos puntos de foxing
Colección del Carmen