Domenico Beccafumi – Sibila Persea

DIT 149
Sibila Persea, según Miguel Angel en los frescos de la Capilla Sixtina (reverso: Pentecostés)
Domenico Beccafumi
Lápiz y aguada parda sobre papel verjurado
19,1 x 13,2 cm
verjurado
Firmado Meccarino Beccafumi
Probablemente data de 1511-1512

Domenico Beccafumi (Montaperti, Asciano, provincia de Siena 1486 – Siena, 18 de mayo de 1551) fue un pintor, escultor y versátil grabador italiano. Su dibujo y pintura peretenece a la Escuela Italiana del Siglo XVI.

Es un destacado representante del primer manierismo, uno de los más valiosos de la llamada Escuela de Siena. También fue llamado «El Mecarino», «Il Mecherino» y «Mecucio».

Domenico di Pace fue a estudiar pintura en la ciudad de Siena, donde recibió el apodo de «Il Mecherino», por ser discípulo de Giovanni Mecheri, recibiendo, en esta primera etapa, los influjos de Signorelli, Pinturicchio y Perugino. También fuertes influencias de la pintura florentina de Fray Bartolomeo, Mariotto Albertinelli y, sobre todo, Piero di Cosimo.

Entre 1508-1509 Beccafumi marchó por vez primera a Roma, donde también se documenta su presencia entre 1510 y 1512. Allí, probablemente, un joven Beccafumi observa la obra de Miguel Angel  en la bóveda de la Capilla Sixtina, entre cuyas pinturas se encuentran las Sibilas, acabadas en 1511.  Es posible, entonces, que la copia presente de la Sibila pérsica se realizara en ésos años, quizás observando los bocetos preparatorios que Miguel Angel debía poseer ó bien directamente de la pintura de la bóveda. La otra posibilidad, quizás más discutible pero real, es que Miguel Angel viera el boceto de Beccafumi y se apropiara de la idea para su Sibila de la bóveda de la Capilla Sixtina: Nunca sabremos la verdad, aunque la versión más lógica es la ya apuntada como primera posibilidad.

Es de ésa época la realización de  una fachada en Roma con el blasón del papa Julio II lo que certifica ya cierto reconocimiento por parte de la autoridad eclesiástica.

Regresa a Siena logrando buenos contratos y celebridad, realizando la decoración al fresco de la Capilla de la Virgen del Manto en Santa Maria della Scala, pinturas de las que apenas queda algún rastro.

Pero la primera obra importante de Beccafumi que ha llegado hasta nosotros es el Tríptico de La Trinidad en el hospital de Santa María della Scala. También Los estigmas de Santa Catalina, San Pablo en la cátedra y los frisos del oratorio de la iglesia de San Bernardo.

De nuevo vuelve a Roma, donde profundiza el estudio de los clásicos que se encontraban en el Vaticano y observa con detalle y aprecia la Capilla Sixtina. De esta manera se inspirará profundamente para su segunda etapa más manierista, realizando entonces sus  obras más famosas,  como las pinturas en el Palazzo Pubblico de Siena, los frescos denominados Alegoría de La Justicia y Decapitación de Cassius en la Sala Consistorial.

Asimismo,  uno de los trabajos más conocidos son los 35 mosaicos del pavimento en el Duomo de Siena.  Para la realización de tal pavimento fueron convocados durante casi dos siglos los mejores artistas italianos, y destacó Beccafumi,  haciendo  innovaciones técnicas, por ejemplo en las figuraciones dedicadas a Elías, Moisés, Ajab y Melquisedec.

Gracias a su fama, Carlos I de Inglaterra quiso adquirir los esbozos del pavimento del Duomo de Siena que se encuentran en el Instituto de Arte de Siena. Fue enterrado con honores en el Duomo, llevado en procesión por todos los artífices de la ciudad.

 

Bueno
Colección madrileña, colección del Carmen