Antonio del Castillo – San Francisco en oración

DE-174
San Francisco en oración
Antonio del Castillo
Pluma y aguada marrón sobre papel verjurado
20,4 X 15 cm
Verjurado
Anotaciones en reverso con antiguas atribuciones a Zurbarán y a Francisco Rizi de Guevara
Siglo XVII

Antonio del Castillo y Saavedra (1616-1668) fue un pintor barroco español natural de Córdoba, de cuya escuela es el mejor exponente, además de destacar como paisajista y dibujante, faceta en la que puede ser contado entre los más importantes pintores del Siglo de Oro español.

Natural de Córdoba, fue hijo del pintor Agustín del Castillo, de quien apenas nada se conoce pero al que Palomino llama «pintor excelente» y de ilustre familia,​ y de Ana de Guerra. Formado inicialmente en el taller paterno, quedó huérfano a los quince años; siendo el mayor de cuatro hermanos, el 24 de noviembre de 1631 se presentó ante un magistrado en Córdoba pidiendo un tutor debido a su minoría de edad. Colocado con el pintor de imaginería Ignacio Aedo Calderón, el contrato conforme a los términos acostumbrados establecía que Aedo se comprometía a enseñarle el oficio de pintor de manera que pudiese dedicar su vida a ello. Castillo le serviría en todo lo posible a cambio de recibir la formación y el cuidado del maestro además de ser alimentado, vestido, calzado y procurarle un lugar donde residir mientras su madre se encargaba de criar a sus hermanos menores. Según afirma Palomino, pasó luego a Sevilla a fin de completar sus estudios con el también cordobés José de Sarabia, «y lo consiguieron en la escuela del insigne Francisco de Zurbarán».​ La relación con el pintor extremeño, no obstante, carece de confirmación documental, aunque puede sostenerse por razones de afinidad estilística, así como carece de fundamento la relación de parentesco, sostenida por Palomino, con el pintor sevillano Juan del Castillo.

La presente obra, que pudiera parecer de Francisco de Herrera el Viejo por sus sombreados de trazos paralelos, es sin duda del pintor cordobés después de analizar y comparar sus típicos estilemas ( ver Catálogo razonado De Benito Navarrete y Fuensanta Garcia de la Torre) con las obras indubitadas conocidas, de las que, hasta ahora, se desconocía la existencia de algún dibujo de San Francisco. Creemos que ésta laguna, dificilmente entendible, queda ahora subsanada con éste magnífico dibujo, cuyas medidas coinciden con la mayoría de los dibujos de Antonio del Castillo.

BUENO
ANTIGUA COLECCIÓN GASC(L. 544) A.P.E. (L. 1131)