Anton Rafael Mengs- El Triunfo de la Historia

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El Triunfo de la Historia
Antón Rafael Mengs
Lápiz sobre papel
56 x 39 cm
Formado por tres diferentes papeles, todos ellos verjurados, (Ver explicación de su montaje al final de la descripción). Filigranas de los diferentes papeles muy difíciles de ver, aunque indudables, por la dificultad de ver al trasluz con los gruesos existentes.
Ver explicación en descripción
1771

Anton Raphael Mengs (Aussig, Bohemia, 1728 – Roma, 1779) fue un pintor neoclásico de la Escuela de Pintura Española del Siglo XVIII.

Gozó de éxito internacional y trabajó para diversas cortes europeas: Dresde, Madrid y Viena, entre otras. Como curiosidad decir que su nombre se debe a dos pintores que fueron fuente de inspiración para su padre y más adelante lo serían para él. Se trata de  Antonio Allegri (apodado Correggio) y Rafael Sanzio.

Su etapa de formación no sólo se orientó a las técnicas sino a la teoría del arte. Así estaba en sus inicios como ciencia, abanderada por Johann Joachim Winckelmann de quien fue alumno destacado y amigo. Se formó en Dresde bajo la dirección de su padre, Ismael Mengs, que era pintor oficial de la corte. Además de pintor era un gran artista con el dibujo y especialista en miniaturas y esmaltes.

Cuando viajo a Roma, Mengs trabajó bajo la dirección de Marco Benefial y estudió especialmente la escultura antigua del Belvedere. Por supuesto realizó estudios sobre Rafael y la pintura clásica del s.XVII. Se conservan pocas muestras de aquella etapa. Entre ellas está Las artes lloran a Rafael, que se conserva en el Museo Británico de Londres, inspirado en un trabajo de Carlo Maratta.

Cuando regresó a Dresde fue nombrado pintor de la corte, dedicándose sobre todo a los retratos al pastel. Entre sus grandes retratos están Retrato de Augusto III, Retrato del padre del artista y el Autorretrato. Todos estos retratos se encuentran actualmente en la Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde.

Después de haber estado en Venecia, Parma y Bolonia, regresó a Roma, donde permaneció hasta 1749. Así fué pintor del rey Augusto III de Polonia desde 1746. Una vez en Italia, alternó la actividad artística con la difusión de sus ideas estéticas de retorno a la antigüedad clásica. También fue escritor de la obra Reflexiones sobre la belleza y el Gusto en la Pintura.

Una obra de ese período es Fernando IV, rey de Nápoles (1760, Museo del Prado). En esta época competía como retratista con el máximo exponente rococó del momento, Pompeo Batoni. Del estrecho contacto con el rococó tomó la vitalidad y la frescura, que serían una constante en sus retratos. También pintó la Apoteosis de S. Eusebio en 1757 en las bóvedas de la iglesia de S. Eusebio. Ya en esta obra estaba claro su alejamiento de los cánones barrocos y fijando los neoclásicos.

Tras esta obra en 1761 pintó el fresco de El Parnaso en el techo de la Villa Albani, en Roma, que se convirtió en un manifiesto del neoclasicismo. Esto se debió a su evidente empleo de soluciones tomadas de los maestros del Renacimiento y en particular de Rafael. Tras esta obra es llamado a España, donde permanecería hasta 1769, siendo nombrado Primer Pintor del rey Carlos III. Durante su cargo trabajó en el embellecimiento del Palacio Real y del Palacio de Aranjuez. De esta etapa destacan, entre otras obras, Carlos IV, príncipe de Asturias (c. 1765) y María Luisa de Parma, princesa de Asturias (c. 1765), ambos en el Museo del Prado de Madrid. También es de esta época su autorretrato de 1774 que cuelga en la Walker Art Gallery, Liverpool.

Según el gusto de la época sus frescos eran fríos, de colores desvaídos y desprovistos de emoción. Pero triunfaron sobre los de Tiépolo, a quien Mengs consiguió arrinconar. También siguió trabajando como retratista.

Desgraciadamente falleció en Roma de tuberculosis y fué enterrado en la iglesia de San Miguel, cerca de la basílica del Vaticano. Posteriormente se le erigió un sepulcro cuyo busto fue realizado por el escultor romano Vincenzo Pacetti.

Asi Anton Raphael Mengs fue el pintor más famoso y mejor considerado de su tiempo, y ejerció en sus coetáneos una influencia notable. En la actualidad, más que su pintura histórica y alegórica se valoran los retratos que realizó para numerosas cortes europeas. Su repercusión en el arte español fue notable, especialmente en la corte de Madrid. A su sombra despuntaron los Bayeu, y también intervino para que Goya obtuviese un primer empleo en la capital.

Pero su difícil carácter hizo que se enemistara con muchos personajes de la corte, lo cual le hizo acortar su estancia. Como institución heredera de las colecciones reales, el Museo del Prado alberga un importante grupo de retratos de este artista. También destaca una monumental Adoración de los pastores, pintada sobre tabla y recientemente restaurada. También entre las obras que se conservan en la pinacoteca madrileña destaca el Retrato de María Amalia de Sajonia, reina consorte de España y conciudadana de Anton Raphael Mengs, obra que ejemplifica el neoclasicismo español.

Del mismo modo la Academia de San Fernando posee un retrato suyo muy singular, La marquesa de Llano. Pero este dibujo destaca por el vestido tipo «maja» y la expresión jovial que aligeran el efecto acartonado habitual en los retratos neoclásicos. El Palacio de Liria alberga otras obras suyas, entre ellas un autorretrato.

DIBUJO PRESENTADO EN ESTE APARTADO:

Por lo que respecta al dibujo que aquí les presentamos, hemos de precisar que posee unas connotaciones tan especiales que han hecho necesario el precisarlas mediante este apartado, ya que no es frecuente encontrarlas de manera habitual:

La calidad del dibujo es excepcional y no se limita, como podría suponerse, a la simple copia del original existente en el Vaticano de ROMA, en la Sala dei Papiri. Aparentemente, es idéntico al fresco (?) del techo allí existente, pero si miramos con más detenimiento, veremos diferencias notables que les exponemos a continuación:

1º) Hay pequeñas diferencias en la estructura general, que se distinguen de la simple observación: sombras, vegetales, grueso de la piedra, inclinación de la guadaña, mantos, remate de la losa inferior, etc.

2º) Estructura del dibujo, con tres papeles diferentes, todos  verjurados, que presupone una auténtica obra minuciosa y  difícil de realizar si no es para conseguir un propósito final de una calidad fuera de lo normal: Hay un papel que hace las veces de soporte general, verjurado, de las medidas exteriores del dibujo, y que, visto por el reverso parece simplemente el lado contrario del dibujo. No es asi, ya que el perímetro, incluyendo las esquinas redondeadas, es otro papel en el que encaja, milimétricamente, en el centro del mismo, el auténtico dibujo recortado y pegado sobre el soporte, al que se adhiere igualmente el perímetro: Una auténtica obra de difícil ejecución que cuesta de entender cuando lo fácil era dibujarlo todo sobre el papel de base.

3º) No aparece, en el dibujo, el texto alusivo al MUSEUM CLEMENTINUM que vemos en el fresco definitivo de la Sala dei Papiri del Vaticano

4º) Sí aparece, en el dibujo, sobre la piedra inferior izquierda, el texto alusivo al César Tiberio Claudio Augusto, que no está en el fresco definitivo.

5º) La obra definitiva fué encargada a Mengs por el Cardenal Alessandro Albani, conocido mecenas y coleccionista en el año de 1771,  año en que Mengs estuvo en  Roma con permiso de Carlos III

6º) Hay que tener en cuenta el hecho de que el dibujo no está cuadriculado para su trasposición al techo de la Sala dei Papiri, lo que podría ser indicativo de que es una copia y no un original de Mengs, pero, tal y como nos indica en su libro Susanne Müller Bechtel (sic Pág 47) :

Sustancialmente se pueden distinguir las siguientes tareas en el proceso creativo dibujado de un artista en época moderna: en primer lugar, la concreción  de una idea primigenia de la composición en un bosquejo rápido, conocido como prima idea; en segundo lugar  el desarrollo de un diseño general de la composición – normalmente el original ó una réplica del autor era presentado al cliente para su aprobación – y, por último estaba la cuidadosa preparación de estudios  parciales para la disposición final de los detalles.

7º)  Creemos, firmemente, que el bosquejo rápido a que alude la Sra Müller  es el que existe en el MET de Nueva York y que nuestro dibujo podría ser la muestra que Mengs presentó al Cardenal Albani antes del fresco definitivo, siendo  el propio Cardenal el que desestimó la leyenda alusiva al César.

 

Bueno
Colección privada española de D. José Mª Garcés y de sus herederos hasta hoy. Colección Del Carmen