Antonio Gonzalez Velázquez / Juan Antonio Salvador Carmona – Estampas Nº 12, 14, 15, 18, 21 y 24 Flos Sanctorum

GR 345
Estampas 12, 14, 15, 18, 21 y 24 Flos Sanctorum, San Higino
Antonio González Velázquez (delineavit) - Juan Antonio Salvador Carmona (sculpit)
Aguafuerte, buril
32,5 x 21,0 (hoja) - 23,5 x 17,3 cm (plancha)
Verjurado H MEYRINK
Filigrana PRO PATRIA
1779

Antonio González Velázquez (Madrid, 1723 – ibídem, 1793) fue un pintor español.

Hijo del escultor Pablo González Velázquez y hermano menor de los también artistas Luis y Alejandro González Velázquez, con quienes colaboró en la realización de las pinturas murales de la bóveda y cúpula de la iglesia de las Salesas Reales (Madrid), en 1747 comenzó su formación como pintor en Roma gracias a una beca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo el magisterio de Corrado Giaquinto. Al año siguiente realizó los frescos de la iglesia de Santa Trinita degli Spagnoli. En 1752 regresó a España y un año después colaboró en la pintura de los muros de la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación de Madrid y de la cúpula sobre la capilla de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Su prestigio aumentó hasta el punto de ser nombrado pintor de corte en 1757, a consecuencia de lo cual participó en la decoración del Palacio Real de Madrid con una pintura alegórica en el techo de la antecámara de la Reina. No mucho después, en 1765, fue ascendido al cargo de director de la Academia de San Fernando. Trabajó el resto de su vida junto con Francisco Bayeu y otros pintores en la elaboración de cartones para la Real Fábrica de Tapices bajo la dirección de Anton Raphael Mengs. Fue padre del también pintor Zacarías González Velázquez y del arquitecto Isidro González Velázquez.

Flos Sanctorum (Fuente: Museo del Prado)

1779 – 1780. Aguafuerte, Buril sobre papel verjurado, 325 x 210 mm. Estampa que formaba parte de  en un álbum con otras 40 estampas para la serie de santos del Flos Sanctorum, desde el 1 de enero hasta el 10 de febrero, ambos inclusive; Estampada sobre papel verjurado con contramarca H MEYRINK. (?) de la filigrana PRO PATRIA. Se vendió entre agosto de 1779 y junio de 1780 en la librería de Antonio Baylo en la calle de Carretas de Madrid, cuya dirección aparece en la primera estampa de la colección, la del 1 de enero. Grabada por Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805) según dibujo de Antonio González Velázquez (Madrid 1723-1794). La lámina de cobre se conserva en la Calcografía Nacional de Madrid (R. 3700). La representación de la vida y muerte de los santos ha sido un tema recurrente en la ilustración del libro religioso a lo largo de la historia. En España, desde los primeros libros miniados medievales hasta el gran desarrollo que alcanzaron las artes gráficas durante la segunda mitad del siglo XVIII, fueron muchos los libros publicados referentes a las vidas de los santos que en su conjunto se conocieron bajo los títulos genéricos de Leyenda Aurea o Flos Sanctorum. En las imprentas españolas de la segunda mitad del siglo XVIII salieron cuidadas ediciones de lujo de obras ilustradas literarias, históricas o científicas pero, aunque la estampa religiosa fue la que más proliferó, no ocurrió lo mismo en cuanto a los libros religiosos; muchos de ellos no se ilustraron, convirtiéndose en práctica común que una vez impreso el texto se publicasen, por separado, las imágenes. Este sistema de edición de estampas para libros publicados sin ilustraciones fue el que puso en práctica el grabador Juan Antonio Salvador Carmona (1740-1805), quien las realizó al aguafuerte con algunos toques de buril. Cada imagen representaba un hecho de la vida del santo o motivo evangélico celebrado por la Iglesia cada uno de los días del año. Grabó en total 41 láminas siguiendo en todas ellas los dibujos de Antonio González Velázquez (1723-1794), que correspondían a los treinta y un días del mes de enero y los primeros diez del de febrero. Aunque las historias representadas fueron tomadas en general del Flos Sanctorum escrito por Pedro Ribadeneyra, la elección del santo del día y de la anécdota representada en cada dibujo fueron responsabilidad del propio González Velázquez. Él mismo apuntaba en el verso del papel el día al que correspondía el dibujo y el tema, además de su firma y fecha. La edición del Flos Sanctorum que Antonio González Velázquez manejó para sus dibujos fue la de Joaquín Ibarra de 1761. Cuando se paró la edición del Flos Sanctorum, por no obtener los beneficios esperados, Antonio González Velázquez había ejecutado ya algunos dibujos más, hasta el 23 de marzo. El Museo Nacional del Prado conserva 7 dibujos, de los cuales tres llegaron a grabarse (D07411, D09096 y D09098) y cuatro no (D03703, D09095, D09097 y D09099); en estos últimos figura manuscrito a pluma en el reverso, por el propio González Velázquez, la fecha, la firma y el tema representado (Texto extractado de Solache, G. en: No solo Goya, Museo Nacional del Prado, 2011, pp. 78-79). |-

 

 

Bueno
Colección madrileña