Domenico Zampieri (Domenichino) – Estudio de hombre en éxtasis y apuntes de manos

DIT - 163
Estudio de hombre en éxtasis y apuntes de manos
Doménico Zampieri, Il Domenichino
Lápiz sobre papel
20,6 x 14,6 cm
Verjurado, puntizones verticales a 31 mm
Fragmento de filigrana con dos lunas, inscripción abajo a la derecha-centro, 1272. Mismo papel que el utilizado en los dibujos que se presentan del mismo autor
XVI/XVII

Domenico Zampieri, más conocido como Domenichino (Bolonia, 21 de octubre de 1581 – Nápoles, 15 de abril de 1641), fue un prominente pintor italiano barroco del clasicismo romano-boloñés.

Nacido en Bolonia, hijo de un zapatero, fue en sus inicios aprendiz de Denys Calvaert. Pronto le dejaría para trabajar en la Accademia degli Incamminati de los hermanos Carracci. Al trasladarse a Roma en 1601, se convirtió en uno de los aprendices más talentosos del círculo de Annibale Carracci, y trabajó junto a grandes contemporáneos como Albani y Guido Reni, así como también junto con rivales como Lanfranco. Debido a su estatura, recibió el apodo de Domenichino («pequeño Domingo»).  El mural de La dama y el unicornio en la serie de frescos de Annibale Carracci titulada Los amores de los dioses (Palacio Farnesio de Roma) se atribuye a Domenichino. También en el Palacio Farnesio pintó tres paisajes mitológicos, en la Loggia del Giardino (Galería del Jardín). Con el apoyo de monseñor Giovanni Battista Agguchi, el maggiordomo del cardenal Aldobrandini y más tarde Gregorio XV, y el hermano de Giovanni, el cardenal Girolamo Agguchi, Domenichino obtuvo el encargo para la Capilla dei Santissimi Fondatori en la basílica medieval de Grottaferrata (1608-10) a unos kilómetros a las afueras de Roma, y donde el abad titular era Odoardo Farnese. También le encargaron frescos para la iglesia de Sant’Onofrio. Albani procuró que participara en la decoración del Palacio Mattei (1606-07) y Villa Odescalchi en Bassano di Sutri (hoy Bassano Romano). Reni trabajó con él en frescos del Oratorio di Sant’Andrea y en la iglesia de San Gregorio Magno. Se rumoreó que cuando pintaba el mural de La flagelación de san Andrés en la citada iglesia, Domenichino actuaba con tanta pasión, usando palabras y acciones amenazantes, que Annibale Carracci sorprendiéndole, exclamó con alegría: «Hoy, mi querido Domenichino, tú me enseñas a mí». La cacería de Diana, cuadro de Domenichino en la Galería Borghese de Roma. Después de la muerte de Annibale en 1609, la escena artística romana estaba dominada por los discípulos del maestro. Los siguientes encargos para Domenichino fueron escenas al fresco de la vida de Santa Cecilia para la Capilla Polet de San Luis de los Franceses (1613-1614). Domenichino pintó al fresco en San Silvestro al Quirinale, San Carlo ai Catinari, Santa María en Trastevere, San Andrés della Valle y Santa Maria della Vittoria en Roma, así como en la Villa Aldobrandini de Frascati. Sus trabajos en la citada basílica de San Andrés no tuvieron el éxito esperado, y Domenichino vio decaer su estimación. Optó por trasladarse a Nápoles, donde siguió trabajando, y allí falleció.

Bueno
Colección Del Carmen