Escuela de Goya-Rapto de Proserpina

Categorías: ,
PE 320
Rapto de Proserpina
Escuela de Goya
Óleo sobre lienzo
96 x 53 cm
Con raices derivadas de Nicolas Coypel y Nicolas Poussin, con los que guarda un evidente paralelismo. Parece que incorpora una firma en la grupa del tercer caballo
XVIII

Proserpina es una antigua diosa cuya historia es la base de un mito de la primavera. Es la equivalente en la mitología romana a la diosa griega Perséfone. Proserpina fue subsumida por el culto de Libera, una antigua diosa de la fertilidad, esposa de Liber. Es una deidad de vida, muerte y resurrección.

Proserpina fue hija de Ceres y Júpiter, y se la describía como una joven sumamente encantadora.

Venus, para dar amor a Plutón, envió a su hijo Cupido (Eros) para que acertase a Plutón con una de sus flechas. Proserpina estaba en Sicilia, en el lago Pergusa, donde se bañaba, jugaba con algunas ninfas y recogía flores. Entonces Plutón surgió del cercano volcán Etna con cuatro caballos negros y la raptó para casarse con ella y vivir juntos en el Hades, el inframundo grecorromano, del que era gobernante. Plutón era también su tío, pues Júpiter y Ceres eran sus hermanos. Así pues, Proserpina es la Reina del Inframundo.

Su madre Ceres, diosa de la naturaleza o la Tierra, marchó a buscarla en vano por todos los rincones del mundo, pero no logró hallar más que un pequeño cinturón que flotaba en un pequeño lago hecho con las lágrimas de las ninfas. En su desesperación Ceres detuvo enfurecida el crecimiento de frutas y verduras, y se arrancó los vestidos y se arañó la cara, cayendo así una maldición sobre Sicilia. Ceres rehusó volver al Olimpo y empezó a vagar por la tierra, convirtiéndose en desierto lo que pisaba. Perdió su hoz en la ciudad de Trápani.

Preocupado, Júpiter envió a Mercurio para que mandara a Plutón que liberase a Proserpina. Éste obedeció, pero antes de dejarla ir le hizo comer seis semillas de granada (un símbolo de fidelidad en el matrimonio), de forma que tuviese que vivir seis meses al año con él, pudiendo permanecer el resto con su madre. Pues es esta la razón de la primavera: cuando Proserpina vuelve con su madre, Ceres decora la tierra con flores de bienvenida, pero cuando en el otoño vuelve al Hades, la naturaleza pierde sus colores.

Bueno
Colección particular barcelonesa

Escuela de Goya-Rapto de Proserpina

Categorías: ,
PE 320
Rapto de Proserpina
Escuela de Goya
Óleo sobre lienzo
96 x 53 cm
Con raices derivadas de Nicolas Coypel y Nicolas Poussin, con los que guarda un evidente paralelismo. Parece que incorpora una firma en la grupa del tercer caballo
XVIII

Proserpina es una antigua diosa cuya historia es la base de un mito de la primavera. Es la equivalente en la mitología romana a la diosa griega Perséfone. Proserpina fue subsumida por el culto de Libera, una antigua diosa de la fertilidad, esposa de Liber. Es una deidad de vida, muerte y resurrección.

Proserpina fue hija de Ceres y Júpiter, y se la describía como una joven sumamente encantadora.

Venus, para dar amor a Plutón, envió a su hijo Cupido (Eros) para que acertase a Plutón con una de sus flechas. Proserpina estaba en Sicilia, en el lago Pergusa, donde se bañaba, jugaba con algunas ninfas y recogía flores. Entonces Plutón surgió del cercano volcán Etna con cuatro caballos negros y la raptó para casarse con ella y vivir juntos en el Hades, el inframundo grecorromano, del que era gobernante. Plutón era también su tío, pues Júpiter y Ceres eran sus hermanos. Así pues, Proserpina es la Reina del Inframundo.

Su madre Ceres, diosa de la naturaleza o la Tierra, marchó a buscarla en vano por todos los rincones del mundo, pero no logró hallar más que un pequeño cinturón que flotaba en un pequeño lago hecho con las lágrimas de las ninfas. En su desesperación Ceres detuvo enfurecida el crecimiento de frutas y verduras, y se arrancó los vestidos y se arañó la cara, cayendo así una maldición sobre Sicilia. Ceres rehusó volver al Olimpo y empezó a vagar por la tierra, convirtiéndose en desierto lo que pisaba. Perdió su hoz en la ciudad de Trápani.

Preocupado, Júpiter envió a Mercurio para que mandara a Plutón que liberase a Proserpina. Éste obedeció, pero antes de dejarla ir le hizo comer seis semillas de granada (un símbolo de fidelidad en el matrimonio), de forma que tuviese que vivir seis meses al año con él, pudiendo permanecer el resto con su madre. Pues es esta la razón de la primavera: cuando Proserpina vuelve con su madre, Ceres decora la tierra con flores de bienvenida, pero cuando en el otoño vuelve al Hades, la naturaleza pierde sus colores.

Bueno
Colección particular barcelonesa