François Boucher – Estudio de angelitos

DFR 149
Estudio de angelitos
François Boucher
Lápiz sobre papel
12 x 16 cm
Verjurado, corondeles horizontales a 30 mm. Adherido a otro soporte
Firmado abajo a la derecha. Adjuntamos algún modelo similar de otras obras. Los angelitos que les presentamos, como verán, son típicos de la producción de éste autor.
Mediados siglo XVIII

François Boucher (París, 29 de septiembre de 1703 – ibíd. 30 de mayo de 1770) fue un pintor francés, que gustó del estilo galante, propio de la época rococó.

Fue famoso por sus pinturas idílicas y voluptuosas de temas mitológicos, alegorías sobre pastores y por varios retratos de Madame de Pompadour. Uno de sus cuadros más conocidos es el Desnudo recostado (Alte Pinakothek de Múnich) cuya modelo se identifica como Mademoiselle Louise O’Murphy, de catorce años, una amante del rey Luis XV.

Era el hijo único de Elisabeth Lemesle y Nicolas Boucher, maestro pintor y dibujante en la Academia de San Lucas, de quien recibió las primeras lecciones artísticas. Fue quizás el pintor decorador más famoso del siglo XVIII, y máximo representante del estilo propio del arte rococó. Tuvo un aprendizaje más bien accidentado, con varios maestros, y superó diversos obstáculos para triunfar. A los 17 años, fue aprendiz del pintor François Lemoyne, con quien sólo estuvo tres meses, antes de empezar a trabajar con el grabador Jean-François Cars, con el que aprendió la técnica del aguafuerte. En 1723, Boucher ganó el prestigioso Premio de Roma, pero por falta de plazas tuvo que esperar cuatro años para disfrutar de dicho premio, que consistía en un viaje de estudios en Italia, alojado por la Academia Francesa en Roma. Mientras esperaba poder efectuar el viaje, siguió trabajando en el taller de Cars, y así colaboró en una serie de grabados sobre dibujos del difunto Watteau, promovida por Jean de Julienne (1726-28). Finalmente, Boucher emprendió el viaje a Italia acompañando a los Van Loo, y el director de la Academia de Roma, Charles-Joseph Natoire, le recomendó representar paisajes tomados del natural. Tras su regreso a Francia, en 1731, fue admitido en la Real Academia de Pintura y Escultura. Llegó a ser rector de tal academia y director de la Real Fábrica de (tapices) Gobelinos. El apoyo de la Marquesa de Pompadour fue esencial en su éxito. En 1765 fue nombrado Primer pintor del rey.

Bueno
Colección del Carmen