Jean-Auguste Dominique Ingres – Vista de Roma

DFR 148
Vista de Roma
Jean-Auguste Dominique Ingres
Lápiz sobre papel
15 x 25 cm (hoja de 25 x 39 cm)
Papel hecho a mano gris-azulado
Firmado
1806

Jean-Auguste-Dominique Ingres (Montauban, 29 de agosto de 1780-París, 14 de enero de 1867), fue un pintor francés.

No fue, en sentido estricto, neoclásico ni académico, sino un ferviente defensor del dibujo.​ Ingres constituye un claro exponente del romanticismo en cuanto a los temas, el trazo abstracto y las tintas planas de intenso colorido.​ Algunas de sus obras se enmarcan en el llamado «Estilo trovador», inspirándose en el ideal estético griego y gótico, además de en las miniaturas de los libros de horas de Fouquet.​ Igualmente, es ejemplo de orientalismo, pues muchos de sus cuadros, especialmente desnudos femeninos, están dominados por un sentido irreal del exotismo propio del siglo XVIII.​ Además de desempeñar como segundo violinista en la orquesta del Capitolio de Toulouse, tuvo la oportunidad de tocar en varios recitales privados organizados por Niccolò Paganini.

Queriendo buscar testimonios de todos aquellos que, entre escritores, artistas, poetas, compositores y bella compañía, han pasado por Roma, existe el riesgo de perder la luz de la razón: cada calle, cada plaza casi en el centro histórico tiene al menos una placa que magnifica hechos ahora de uno, ahora de otro, y hacer un seguimiento de ellos es matemáticamente imposible. Pero es seguro encontrar algo nuevo cada vez que sales de tu residencia: caminando, por ejemplo, por via Gregoriana, más allá de Trinità dei Monti, hay una inscripción que recuerda los hechos del pintor francés Jean-Auguste-Dominique Ingres, quien llegó a Roma en 1806 como becario de la Academia de Francia, viaje organizado por la cercana Villa Medici, en el Viale de Trinitá dei Monti 1, donde residió a su llegada. Probablemente, debido a la emoción de encontrarse allí por primera vez, cogió un papel de dibujo y plasmó para la posteridad su primera impresión de Roma. Creemos que éste dibujo es el que ahora ofrecemos, realizado desde el interior de Villa Médici, tal y como podemos comprobar con las imágenes complementarias que adjuntamos en donde se aprecia la poca variación sufrida en dicho lugar a pesar del tiempo transcurrido. Son idénticas las vallas, los soportes y las propias macetas, el espacio interior y la vista maravillosa de la ciudad que se entrevé al fondo. Cobra, por tanto, la imagen que les ofrecemos, una importancia histórica considerable en el devenir de Ingres en la Ciudad Eterna. Después de la experiencia académica, Ingres decidió quedarse en Roma y abrir su propio estudio en via Gregoriana, en el centro de esa encrucijada de calles que vio pasar prácticamente a toda la comunidad artística presente en la ciudad. La estancia romana continuó, con altibajos hasta 1820, y luego nuevamente de 1834 a 1841, años durante los cuales Ingres ocupó el cargo de director de la Academia de Francia. ¿Qué queda de Ingres en Roma? Por desgracia, poco o nada … aparte de la placa, y del presente dibujo, por supuesto.

Bueno
Colección Del Carmen