Jean-Honoré Fragonard – Estudio de ángeles

DFR 136
Estudio de ángeles
Jean Honoré Fragonard
Pluma y aguada sepia sobre papel
15,9 x 17,4 cm
Verjurado, puntizones horizontales a 26 mm
Magnífico dibujo, firmado Frago, abajo a la derecha. Recortada la esquina inferior izquierda.
XVIII

Jean-Honoré Fragonard (Grasse, 5 de abril de 1732 – París, 22 de agosto de 1806) fue un pintor y grabador de estilo rococó de estilo distinguido por la exuberancia y el hedonismo. Así es uno de los artistas más prolíficos activos en las décadas del Antiguo Régimen.

Fragonard produjo más de 550 pinturas (además de dibujos y las aguafuertes), pero solamente cinco están fechadas. Entre sus obras más populares están las pinturas de género que reflejan una atmósfera de intimidad y velado erotismo.

El joven Jean-Honoré conoció a François Boucher, quien reconoció sus dotes pero no quiso gastar su tiempo en darle una primera formación. Boucher le envió al taller de Chardin. Fragonard estudió durante seis meses bajo la tutela del gran luminista. Así tras su notable progreso volvió al taller de Boucher, quien entonces sí intuyó su valía.

Allí Fragonard supo adquirir el estilo de su maestro de tal forma que éste le confió la realización de réplicas de sus pinturas. Fragonard ganó el Premio de Roma en 1752, con su pintura Jeroboam sacrificando a los ídolos tras tres años junto a Charles-André van Loo.

El año antes de su partida a Roma pintó la obra Cristo lavando los pies de los apóstoles actualmente en la catedral de Grasse. Ya en 1756 en Roma admiro los románticos jardines, con sus fuentes, templos y terrazas, donde concibió los escenarios que plasmaría en sus obras.

Sobre su obra influyó también la florida suntuosidad de Giovanni Battista Tiepolo cuya obra tuvo oportunidad de estudiar en Venecia. Así Diderot elogió su obra Coreso y Calírroe  y el rey la mandó reproducir. De este modo, el pintor comineza a reproducir escenas de amor y placer en la corte. Así se asoció su nombre con escenas de amor y voluptuosidad. También destaca de su estilo la belleza de los colores así como el virtuosismo del trazado fácil de sus obras.

Fragonard volvió a París a principios del siglo XIX, donde murió en 1806, prácticamente olvidado. Durante más de medio siglo es completamente ignorado. Pero su redescubrimiento le supuso su confirmación entre los maestros de la pintura.

Otras obras del artista:

San Pedro y estudios varios

Mujer sentada y niña en la puerta

Bueno
Colección particular parisina