Mariano Fortuny – Cipayo
Mariano Fortuny – Cipayo
Referencia: PE-330Título de la Obra: Cipayo
Autor: Mariano Fortuny
Técnica/soporte: | Óleo sobre cartón |
Medidas: | 22,7 x 20 cm |
Época: | XIX |
Biografia: | Mariano José María Bernardo Fortuny y Marsal (Reus, 11 de junio de 1838 – Roma, 21 de noviembre de 1874) fue uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX. Su pintura se considera a la altura de Eduardo Rosales. De esa época las obras de arte de ambos sólo se consideran por debajo de la obra de Goya. Realizó su formación artística con el pintor reusense Domènec Soberano. De niño Fortuny también trabajó con el platero y orfebre miniaturista Antoni Bassa. Esta enseñanza desembocaría en la minuciosidad que caracterizará en el futuro su pintura. En 1852 se trasladó a Barcelona en compañía de su abuelo donde entró a trabajar en el taller del escultor Domènec Talarn. Fué él quién le gestionó una pequeña pensión de la Obra Pía y la matrícula gratuita en la Escuela de Bellas Artes de la Lonja. En esta escuela española de pintura recibió por primera vez formación oficial. Sus maestros en la Escuela serán Pablo Milà y Fontanals, Luis Rigalt y Claudio Lorenzale, muy influidos por el llamado «purismo nazareno». En 1858 se trasladó por primera vez a Roma donde entablará amistad con otros artistas españoles en la ciudad como Eduardo Rosales o Dióscoro Puebla. También conoció a varios artistas italianos como Attilio Simonetti (1843–1925) de quién fué discípulo y amigo fraterno. Paralelamente, asistía a la escuela privada de Lorenzale, donde desarrolló una vista más amplia su gusto por el romanticismo. Cuando estalló en 1860 la Primera Guerra de Marruecos la Diputación de Barcelona le encargó que fuera cronista gráfico de la contienda en compañía de Pedro Antonio de Alarcón. Una vez allí se integraría como pintor en el regimiento del general Juan Prim, también originario de Reus. Pero África va a suponer un descubrimiento para Fortuny. Se quedó deslumbrado por la luz norteafricana y encandilado por las planicies abiertas, las luces y los habitantes de Marruecos. Así, llego incluso a aprender nociones de árabe para integrarse mejor. Se liberará desde este momento de convenciones y academicismos, sintiéndose atraído intensamente por los temas orientales. Como consecuencia esa estancia, Fortuny pintó algunas de las obras más significativas de su producción, como La batalla de Tetuán (Museo Nacional de Arte de Cataluña). También paisajes donde practicó todas las aportaciones técnicas que fue añadiendo a su pintura como Paisaje norteafricano (Museo Carmen Thyssen). Debido al uso de estas técnicas confiere una intensa sensación ambiental de pleno sol a una composición de apariencia engañosamente intrascendente. Asimismo se interesó por el pintoresquismo árabe. Es por ello que se inspirara en el resto de su obra, destacándose notoriamente en su posterior obra La odalisca. Una vez concluida la guerra de Marruecos regresaría a España. Posteriormente a Roma donde asistiría a la Academia de Bellas Artes de Francia en la villa Médicis. Allí comenzaría los bocetos para su obra “La batalla de Tetuán”. Pero volvió a África para hacer un estudio de la luz del lugar a cambio del envío de algunas pinturas a Barcelona. Este viaje tuvo mucha influencia en su estilo ya que sus obras se tornaron con un estilo oriental. Fruto de ello es su obra “La reina María Cristina pasando revista a las tropas”, pedido del duque de Riansares. |
Estado de conservación: | Bueno, restos de firma abajo a la derecha. Leyenda a lápiz en reverso "cipayo de 1860" |
Procedencia: |