Manuel Viola (Zaragoza, 18 de mayo de 1916 – San Lorenzo de El Escorial, (Madrid), 8 de marzo de 1987) Aunque su verdadero nombre era José Viola Gamón, adoptó ese nombre tras la Guerra Civil Española. Destacada figura del panorama del arte del Siglo XX de pintura contemporánea abstracta.

Perteneció al grupo El Paso y se desarrolló fundamentalmente en Aragón. Su pintura se caracteriza por un tratamiento informalista y colorista. Así se mantuvo en la línea de las vanguardias que se desarrollaron en España a partir de la década de 1950.

Fue autodidacta, pese a que comenzó estudios universitarios de Filosofía y Letras en Barcelona, que se vieron truncados con el inicio de la guerra civil. De estos años datan sus primeros dibujos y sus inicios en el terreno de la literatura y el arte. Así es cofundador en Lérida de la revista surrealista Art.

También por esta época formó parte del grupo Amigos de las Artes Nuevas (ADLAN). En la guerra civil tomó parte por el bando republicano en la milicia del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Pero marcha exiliado a Francia donde siguió luchando escribiendo en la revista La main à plume de poesía surrealista.

También inició su participación como pintor en las exposiciones de la «Escuela española de París», hasta que regresó en 1949. Aunque nunca dejaría de tener contacto con el grupo de artistas españoles de París.

Pero el año 1958 marca el inicio de su estilo personal, a la vez que se integra en el grupo pictórico El Paso. Este colectivo lo formaban entre otros el pintor Antonio Saura y el escultor Pablo Serrano. Comienza a desarrollar una pintura abstracta de carácter expresionista y gran preocupación por el color.

Hasta entonces primó en su quehacer las referencias figurativas y la alusión al paisaje, como muestra su obra Pelea de gallos. Sin embargo, desde su adscripción al grupo El Paso, su pintura opera a partir de enérgicas formas visuales generadas a partir de una masa central. Trabaja fundamentalmente los aspectos cromáticos y lumínicos desde la geometrización abstracta. Pero no deja de lado el trabajo en las texturas y un vago carácter cósmico. Su paleta y maneras recuerdan, en todo caso, a la pintura barroca española, el gran referente cultural y artístico de sus cuadros.

En los primeros años de su cambio de estilo prescinde del color, y trabaja básicamente blancos y negros, con una amplia gama intermedia de grises y alguna tierra de gran efecto. Más tarde evolucionará hacia una gama donde dominan los colores cálidos y el contraste con pinceladas de tonos verdes y azulados.

Entre sus muestras antológicas, cabe destacar la que ofreció en Madrid el Museo de Arte Contemporáneo, y después en la Lonja de Zaragoza en 1972. Ese mismo año también expuso en Sala Gaudí Barcelona, que hoy posee una parte de su obra. Recibió la Medalla de Oro de esta ciudad en 1980.