Antonio González Ruiz (Corella, Navarra, 21 de julio de 1711-Madrid, 1 de abril de 1788) fue un pintor español, de estilo inicial barroco tardío (clasificable como rococó) y que incorporó el neoclásico imperante a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Pintor de Cámara de Fernando VI y Carlos III,  hijo de Manuel González Crespo, un modesto pintor.

A los quince años se trasladó a Madrid, buscando fortuna y mejores preceptores, y se relacionó con el célebre paisajista Michel-Ange Houasse. Así estuvo en su taller durante cuatro años, hasta la muerte del maestro. En 1732, marchó por Europa, sin pensión como muchos, sino con dineros ahorrados. Viajó a París, Roma y Nápoles adquiriendo un academicismo en su paleta que no le abandonó jamás.

En 1737 volvió a Madrid, y entabló amistades en el círculo del escultor Giovanni Domenico Olivieri, por entonces auténtico factótum en los cenáculos artísticos de la Villa y Corte. Desde 1739 fué  pintor de Felipe V.

Antonio González Rúiz se mantuvo en el puesto hasta su muerte. Así realizó dos retratos del rey, el primero alegórico con Fernando VI como protector de las artes, y otro más sencillo que le serviría de modelo. En 1760 recibió un certificado honorífico y una medalla de oro “teniendo la Academia esta expresión por la más propia, más decorosa y más significativa de la muy singular estimación que hacía de su Persona, de sus talentos y de sus apreciables circunstancias”.

Orgulloso quedó el pintor, pues en cada retrato aparecía con esta medalla. También es nombrado académico de mérito de la de San Carlos de Valencia, creada por Carlos III el año anterior. El año 1771 confirmó los honores recibidos, pues es nombrado miembro de honor de la Academia Imperial de San Petersburgo.

Colmado de honores transcurrieron sus últimos años de vida, hasta que murió el primero de abril de 1788. Así se le enterró en la parroquia de San Andrés de Madrid, a cuya colación pertenecía. Francisco Bayeu, suegro de Francisco de Goya, le sucedió en la dirección de la sección de Pintura de la Real de San Fernando que dejaba vacante.