La pintura de Rubens se caracterizan por la viveza de su colorido, tomado de la escuela veneciana, en especial de Tiziano. Su pintura al óleo destacan por el movimiento y vitalidad de la composición y figuras de gran carnalidad. Así por influencia de Miguel Angel son musculosas las masculinas y sensuales las femeninas, representadas mediante una pincelada suelta y frecuentemente en escorzo.

Las pinturas de la escuela de Rubens se han clasificado en tres categorías: las pintadas por el mismo Rubens,  las que realiza sólo algunas partes, principalmente, manos y rostros. Por último, aquellas para las que realizó el diseño pero cuya ejecución simplemente supervisó.

Como todos los grandes pintores de su época, Rubens contó con una gran escuela formada por aprendices y estudiantes. Algunos de los cuales, como Van Dyck, se convertirían con el tiempo en artistas independientes por méritos propios.

El taller también se encargaba de la gestión de contratos de modelos, animales y naturalezas muertas que ofrecía luego a otros especialistas. Así colaboraban con Frans Snyders o Jacob Jordaens.