Giovanni Antonio Guardi – Virgen con niño y Santos

Gianantonio, Gian Antonio o Giovanni Antonio Guardi (Viena, 27 de mayo de 1699 – Venecia, 23 de enero de 1760) fue un pintor italiano.

Su padre Domenico Guardi lo enseñó a pintar y a su muerte heredó su estudio, que compartía con sus dos hermanos Francesco y Niccolò, de los cuales fue también maestro y con los cuales se especializó en obras de carácter sacro y copias de célebres maestros de la pintura. Gran parte de sus obras son fruto de la colaboración con sus hermanos, por lo cual es difícil atribuirle una parte propia del talento en ellas exhibido. Parece cierto sin embargo que son suyas las representaciones de la historia de Tobías en la Iglesia de San Rafael Arcángel en Venecia y el retablo de la Iglesia de San Vicente mártir de Cerete Basso, gracias a lo cual es incluido entre los pintores más importantes del rococó veneciano. Digna de nota es el retablo del altar de la Iglesia de San Martín en Pinzano al Tagliamento. En 1756 fue uno de los miembros fundadores de la Academia de bellas artes de Venecia, quizás gracias a la intervención del influyente pintor Giambattista Tiepolo, casado con su hermana Cecilia. Entre sus alumnos tuvo a Francesco Casanova.

Como  vemos en las imágenes adicionales, el tema de la composición del dibujo es verdaderamente  recurrente en los trabajos de Antonio Guardi, que realizó en muchas ocasiones y cuyo parecido con nuestro dibujo es , a todas luces, evidente.  También, en sus dibujos conocidos, se observan estilemas típicos de nuestro pintor, como podrían ser los contornos de las nubes, realizados de forma casi poligonal, repitiéndose en nuestro dibujo así como los trazos  de las caras, la aguada empleada y la composición en general.

Por otro lado, la inscripción del reverso nos aporta documentación adicional relativa al lugar objeto del boceto: El pueblo de Isola delle Scale, en el véneto, cerca de Verona y no muy lejos de Venecia, capital de la entonces República, su lugar de residencia y de trabajo, está enlazado con el pueblecito de Bovolone. Es muy posible, por tanto, que el fresco a que se alude en el texto se halle en alguno de los lugares, probablemente por encargo de algún particular, situados entre ambas localizaciones.