Girolamo Francesco Maria Mazzola, Il Parmigianino-Huida a Egipto

DIT 159
Huida a Egipto
Girolamo Francesco Maria Mazzola, Il Parmigianino
Lápiz sobre papel
26,3 x 17,6 cm
Verjurado grueso
Filigrana no identificada
XVI

Girolamo Francesco Maria Mazzola (Parma, 11 de enero de 1503 – Casalmaggiore, cerca de Cremona, 24 de agosto de 1540), llamado il Parmigianino por su lugar de nacimiento y por su reducida estatura y aspecto grácil, fue un pintor italiano, uno de los máximos exponentes del manierismo.

Se formó en su ciudad con sus tíos Pier Ilario Filippo y Michele Mazzola, modestos pintores de provincia. Continuó su periodo de aprendizaje en contacto directo con Correggio que en ese momento trabajaba en los grandes ciclos de frescos de Parma. Su primera obra es de 1519, El Bautismo de Cristo. Se dedica además a la decoración de algunas capillas del templo de San Juan Evangelista. Hacia 1523 trabaja en el tocador de Paola de Gonzaga en la Rocca de los Sanvitale en Fontanello, donde hace una recreación de la estancia de San Pablo de Correggio. Instalado en Roma, en 1524, conoce la obra de Miguel Ángel y Rafael Sanzio, quienes le influirán decisivamente. En la ciudad se sabe que tomó parte en los encuentros y discusiones que tenían lugar en la casa de Paolo Valdambrini, secretario del Papa Clemente VII, a los que acudía Rosso Fiorentino, Perin del Vaga y Giulio Romano. Entre las obras de este periodo destaca La visión de San Jerónimo de 1525, Desposorios Místicos de Santa Margarita y el Retrato de Lorenzo Cybo, del mismo año. Tras el Saqueo de Roma (1527), se instala en Bolonia. Allí encomienda a Antonio da Trento la reproducción de diseños suyos mediante xilografía de chiaroscuro, que imita las texturas de la acuarela; actualmente se conocen seis planchas, como Martirio de dos santos y La sibila tiburtina y el emperador Augusto. La relación entre el maestro y el grabador no hubo de terminar cordialmente, y éste huyó llevándose pertenencias del taller, según las crónicas. La esclava turca (Galería Nacional de Parma). Parmigianino retorna posteriormente a su ciudad natal, donde pasó los últimos años de su vida atormentado por los constantes requerimientos del capítulo de la iglesia de Steccata, que le apremiaba para que finalizase los frescos que le habían sido encargados en 1531. Encarcelado a causa de las deudas, logró huir a Casalmaggiore. Allí mientras que trataba de resolver sus problemas mediante la alquimia, murió desesperado con sólo 37 años.

Bueno
Colección privada en Haarlem