Jean Auguste Dominique Ingres – Cabeza de hombre de perfil

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Jean Auguste Dominique Ingres – Cabeza de hombre de perfil

Referencia: PF 319
Título de la Obra: Cabeza de hombre de perfil
Autor: Jean Auguste Dominique Ingres
Técnica/soporte: Óleo sobre lienzo
Medidas: 36 x 28 cm
Filig./Datos: Firmado. Magnifica obra inédita del gran pintor francés que, en este retrato, nos ofrece la figura de perfil de un hombre de edad madura y expresión pensativa, intensamente melancólica. Las ropas, que se adivinan burdas, pese a que están simplemente esbozadas, así como los rasgos del personaje, principalmente la prominente calva y la barba corta, encajan bien con figuras religiosas como la de San Pedro. Es posible que se trate, pues, de una obra preparatoria para alguna de sus escasas obras religiosas, aunque el aspecto más remarcable de esta pieza es, además de la seguridad del dibujo, la notable captación psicológica del personaje. El artista emplea una técnica suelta y espontánea, con trazos ligeros que permiten constatar su maestría técnica.
Época: 1850-1860
Biografia:

Jean-Auguste-Dominique Ingres, más conocido como Dominique Ingres, (Montauban, 29 de agosto de 1780-París; 14 de enero de 1867), fue un pintor francés. Ingres no es, en sentido estricto, neoclásico ni académico, sino un ferviente defensor del dibujo. Resulta a la vez clásico, romántico y realista.

Ingres constituye un claro exponente del romanticismo en cuanto a los temas, el trazo abstracto y las tintas planas de intenso colorido. Algunas de sus obras se enmarcan en el llamado «Estilo trovador», inspirándose en el ideal estético griego y gótico, además de en las miniaturas de los libros de horas de Fouquet. Igualmente, es ejemplo de orientalismo, pues muchos de sus cuadros, especialmente desnudos femeninos, están dominados por un sentido irreal del exotismo propio del siglo XVIII. Además de desempeñar como segundo violinista en la orquesta del Capitolio de Toulouse, tuvo la oportunidad de tocar en varios recitales privados organizados por Paganini.

Nació en Montauban, en Tarn-et-Garonne. Su padre Jean Marie Joseph Ingres, un escultor mediocre, supo reconocer en su hijo, el talento pictórico que poseía y rápidamente favoreció sus aspiraciones artísticas. Con 11 años, ingresó en la academia de Toulouse (1791) y se formó con maestros como el pintor Roques y el escultor Vigan. En 1796 se fue a París para estudiar bajo la dirección de David, pero su frío clasicismo no encajaba en el ideal de belleza que él tenía, fundado en las difíciles armonías de líneas y colores. En 1801, ganó el primer Premio de Roma con Aquiles recibiendo a los embajadores de Agamenón. Realizó numerosos dibujos y retratos. En 1806, Ingres se marchó a Roma, donde permaneció 18 años, y descubrió a Rafael y el Quattrocento italiano que marcarán definitivamente su estilo.

Estos años de trabajo serán los más fecundos de su carrera. A ellos pertenecen voluptuosos desnudos femeninos, entre los que cabe destacar La bañista; paisajes, dibujos, retratos, y las composiciones históricas o religiosas tratadas al modo de las mitologías históricas: Juana de Arco, La virgen de la hostia, Jesús entre los doctores, Cristo entregando a San Pedro las llaves del reino (1820) o Júpiter y Tetis. Está en el cenit de su arte, pero en Francia sus cuadros pintados en Italia reciben acerbas críticas, no gustan, e Ingres decide quedarse en Roma. En 1813 se casó con Madeleine Chapelle, a la que dedicó la obra Il fidanzamento di Raffaello, en la que el pintor italiano incorpora a la amante de Rafael, la famosa Fornarina.

La caída de Napoleón y las dificultades económicas y familiares, significan para Ingres un período bastante mísero durante el cual pintó con desgana todo aquello que se le encargaba. En 1820 se instaló en Florencia y, con la presentación en Francia de su lienzo El voto de Luis XIII,(1824), realizado para la Catedral de Montauban, alcanzó un éxito clamoroso en los salones de París. Fue nombrado Director de la Academia de Francia en Roma, cargo que desempeñó de 1834 a 1840. En 1841 regresó a París donde obtuvo una acogida triunfal y se le encargó la decoración de las vidrieras de la Capilla de Notre Dame. En 1846 expuso por primera vez en la Galería de Bellas Artes, siendo a continuación nombrado miembro de la comisión junto con Delacroix. En 1849 presentó su dimisión motivada por el fallecimiento de su esposa. A causa de una enfermedad que le afectó a los ojos, en el último período, Ingres se vio obligado a valerse de alguno de sus colaboradores para ultimar la parte secundaria de sus obras, correspondientes al período maduro, caracterizado por la búsqueda de una perfección de las formas.

En 1852, Ingres se casó por segunda vez con Delphine Ramel. En 1862 fue nombrado senador. La galería de retratos que dejó constituye un testimonio muy valioso de la sociedad burguesa de su tiempo, del espíritu y las costumbres de una determinada clase a la que él pertenecía, reflejando las virtudes y sus límites. Ingres estudió música, disciplina en la que también destacó. Durante una temporada fue segundo violinista en la orquesta del Capitolio de Toulouse; de este pasatiempo proviene la expresión francesa: violon d’Ingres (violín de Ingres). Ingres murió a los ochenta y siete años. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise, París. La ciudad de Montauban le dedicó un museo instalado en su taller, el Museo Ingres. Amaury Duval fue su primer alumno.

Estado de conservación: Bueno
Procedencia: Colección particular andaluza
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