Carlo Francesco Nuvolone (Milán, 1609 – Milán, 1662) fue un pintor italiano del Barroco, cuya actividad se desarrolló en Lombardía. Su dibujo y pintura pertenece a la Escuela Italiana del Siglo XVII.

Nació en Milán y era hijo del pintor manierista cremonés Panfilo Nuvolone. Después de trabajar con su padre, estudió con Giovanni Battista Crespi (il Cerano) en la Accademia Ambrosiana de Milán, donde  coincidió con Daniele Crespi y Giulio Cesare Procaccini.

De este modo se le considera un artista versátil que supo integrar diversas influencias en su pintura a lo largo de su carrera. Pero en su madurez consiguió una suavidad atmosférica que revela su probable conocimiento de la obra de Murillo. Por tanto alcanzó una gran maestría en el tratamiento de luces y sombras, con las que consigue modelar dulcemente los rostros de sus personajes. También resulta de particular interés su autorretrato rodeado por su familia de artistas, incluyendo a sus hijas con instrumentos musicales.