Giovanni Battista PIranesi – Estudio de soldado

DIT 183
Estudio de soldado
Giovanni Battista Piranesi
Tinta ferrogálica sobre papel
12 x 8,6 cm
Verjurado, corondeles horizontales a 26 mm
Fragmento de filigrana
1740 (?)

Giovanni Battista Piranesi  (Mogliano Veneto, cerca de Treviso, 4 de octubre de 1720 – Roma, 9 de noviembre de 1778) fue un arqueólogo, arquitecto, investigador y grabador italiano. Realizó más de 2.000 grabados de edificios reales e imaginarios, estatuas y relieves de la época romana así como diseños originales para chimeneas y muebles.

Piranesi nació en Mogliano Veneto, que entonces pertenecía a la República de Venecia. Estudió Arquitectura en Venecia con su tío materno Matteo Lucchesi, que era Magistrato delle Acque en la ciudad. Allí descubrió las obras de Palladio, Vitruvio y algunos edificios de la antigüedad. Piranesi apenas llegó a ejercer como arquitecto (sólo se erigió un diseño suyo), si bien sus estudios le permitieron dibujar con mayor facilidad, e hizo gala de su formación firmando algunos grabados como Piranesi architetto. Se trasladó en 1740 a Roma, junto a Marco Foscarini, enviado del papa en Venecia. Las ruinas del imperio romano encendieron su entusiasmo y la necesidad de representarlas. En aquella época, la arqueología no era aún una ciencia demasiado rigurosa, y en muchas ocasiones se trataba de simple saqueo. Combinando afán descriptivo y fantasía, Piranesi levantó acta de las ruinas romanas y de los hallazgos que se iban produciendo. Conoció en Roma al erudito G. G. Bottari y aprendió la técnica del aguafuerte con Giuseppe Vasi, con quien firmó algunas imágenes. Sus primeros grabados fueron vistas de la ciudad, destinadas a guías ilustradas. En 1743 publicó su primera gran serie de estampas, Prima Parte di Architettura e Prospettiva. Elaborada con apenas 23 años, desvela ya su maestría como grabador y su inventiva.

La presente obra guarda una estrecha relación con los dibujos conocidos de Piranesi: Tanto el formato, la ejecución con tinta ferrogálica con abundantes trazos superpuestos, el estilo y otros factores nos hacen atribuirlo al gran grabador veneciano. Además, tal y como se aprecia en el dorso de dibujo, se lee una relación de cosas pendientes para hacer antes de emprender un viaje importante para el supuesto dibujante, habiendo sido tachadas a medida que se iban preparando. Entre ellas, se distingue fácilmente la necesidad de llevar el pasaporte particular y el pasaporte de la expedición prevista (recuérdese que Venecia, en aquel entonces, era una república independiente y un viaje a Roma, por ejemplo, precisaba de documentación).

Por otro lado, vemos que en la lista se incluye la previsión de llevar regalos a Tiépolo  y a Zanetti (sic), ambos en Roma, venecianos todos, que con seguridad se conocían,  lo que permite asegurar que el destino del viaje no era otro que la gran ciudad  a la que todos acudían para profundizar en sus estudios artísticos.

Bueno, neutralizado de la tinta ferrogálica
Colección del Carmen