Jean-Honoré Fragonard – Niño comiendo

DFR 153
Niño comiendo
Jean-Honore Fragonard
Lápices de colores y clarión sobre papel
23,6 x 23,6 cm
Verjurado adherido a otro soporte
Pendant del Nº DFR 154
2ª mitad siglo XVIII

Jean-Honoré Fragonard (Grasse, 5 de abril de 1732 – París, 22 de agosto de 1806) fue un pintor y grabador francés cuyo estilo rococó se distinguió por la exuberancia y el hedonismo. Uno de los artistas más prolíficos activos en las décadas del Antiguo Régimen, Fragonard fue autor de más de 550 pinturas (además de dibujos y aguafuertes), de las cuales solamente cinco están fechadas. Entre sus obras más populares están las pinturas de género, que reflejan una atmósfera de intimidad y velado erotismo.

Nació en Grasse (en la región de los Alpes Marítimos), hijo de un sastre especializado en la realización de guantes. Cuando él tenía seis años la familia se mudó a París. Debido a unas inversiones fallidas la familia entró en penurias económicas, y su padre decidió enviarle como escribano al despacho de un notario; pero pronto se desveló su inclinación por el arte. El joven Jean-Honoré fue llevado ante François Boucher, quien reconoció sus dotes pero no quiso gastar su tiempo en darle una primera formación. Boucher le envió al taller de Chardin. Fragonard estudió durante seis meses bajo la tutela del gran luminista, progresó notablemente y volvió al taller de Boucher, quien entonces sí intuyó su valía. Allí Fragonard supo adquirir el estilo de su maestro de tal forma que este le confió la realización de réplicas de sus pinturas. Aunque no era un alumno de la Academia, Fragonard ganó el Premio de Roma en 1752, lo que le permitía su asistencia a Roma subvencionada por la Real Academia de Escultura y Pintura de Francia, con su pintura Jeroboam sacrificando a los ídolos, pero antes de ir a Roma estuvo estudiando durante tres años en el taller de Charles-André van Loo. El año antes de su partida a Roma pintó la obra Cristo lavando los pies de los apóstoles actualmente en la catedral de Grasse. Ya en 1756 fue a Italia en compañía de Hubert Robert, esta visita fue clave ya que durante su estancia en Roma pudo admirar los románticos jardines, con sus fuentes, templos y terrazas, donde concibió los escenarios que posteriormente plasmaría en sus obras. Sobre su obra influyó también la florida suntuosidad de Giovanni Battista Tiepolo cuya obra tuvo oportunidad de estudiar en Venecia, antes de su regreso a París en 1761.

Bueno
Colección del Carmen